Es el turrón por excelencia. Es el sello de identidad de nuestra Navidad. Junto con el vino de La Rioja, fue uno de los primeros productos en conseguir la Denominación de Origen Protegida, ya que hasta los países vecinos se disputaban su producción.
Se puede comer de mil maneras, como postre, como ingrediente para platos salados y, hasta con pan para el desayuno. La pureza y la Calidad Suprema de sus ingredientes nos permiten afirmar que es un producto apto para intolerantes a la leche de vaca, al gluten, a los sulfitos y a la soja. Además, es 100% natural, ya que no lleva aditivos de ninguna clase.
Lo puedes comprar en tres formatos: en barra grande (750g aprox), pequeña (310g aprox) o como porción dentro de la Caja 7 Porciones. Sea como fuere, siempre acertarás con este turrón, ya que nuestra experiencia de casi 130 años nos enseña que es la variedad que más éxito tiene entre jóvenes y mayores. ¡Hasta a los niños encanta!
¿Qué lo hace tan especial? ¿Su textura crujiente y blanda a la vez?, ¿su equilibrio entre la fina Miel de Romero y las Almendras Marconas tostadas? Yo creo que la razón está en su doble etimología: "torrar" (tostar) y "terra" (tierra). Es un pedacito del fruto de nuestra tierra tostado por el sol y el buen hacer de nuestra gente.
Ingredientes: almendra, miel, azúcar i albúmina de huevo.
Repetimos, apto para intolerantes a la leche de vaca, al gluten, a los sulfitos y a la soja.
